El hijo pródigo no quería mostrarse derrotado frente a los ojos de su padre, mas el hambre arraigó tan fuerte en su corazón que abandonó su propio empeño. Al querer enfrentar los problemas con nuestro esfuerzo, nos alejamos de la fe en el Señor. ¿De qué tienes hambre? nos enseña cuán valiosa es la gracia de Dios en nuestras vidas a fin de impulsarnos a avanzar con los ojos hacia el Señor.